Cada possessió era como un microcosmos que aglutinaba y reproducía un sistema social basado en la estructura social agraria característica del periodo comprendido entre los siglos XIII y XX. En toda possessió nos encontramos, por un lado, con las casas y edificaciones auxiliares que suponían el centro neurálgico de la finca y por otro las zonas de explotación agrícola. El trabajo en las possessions estaba condicionado por los ritmos anuales y por el paso de las estaciones. En época de cosecha se reunían en ellas muchos trabajadores lo que dio pie al nacimiento de los usos y costumbres que nos caracterizan como una sociedad rural (folklore, gastronomía, etc.)
Las casas de possessió se encontraban alejadas de los núcleos urbanos y en medio de unas tierras de una extensión considerable por lo que estaban aisladas y debían ser autosuficientes. Se construían teniendo en cuenta sus necesidades productivas y las de alojamiento de sus habitantes. Las possessions de la Serra de Tramuntana se situaban en lugares donde afloraba la roca y desde las que había amplias vistas. Las de las zonas más llanas se construían un poco más altas que los terrenos de cultivo, buscando siempre la proximidad a las cuencas pluviales, la mejor orientación solar y, a ser posible, al abrigo de vientos engorrosos.